La entrada en la adolescencia es uno de los momentos más temidos por la mayoría de adultos. Para nosotros, representa un momento precioso de ver florecer a los niños y niñas, de admirar sus plumas de colores, las capacidades que les acompañan desde que nacieron y que son su esencia, un colibrí que empieza a asomar y que, a su debido tiempo, podrá volar.
Es una etapa de cambios físicos y hormonales y también, para ellos, de crisis vital. Empiezan a cuestionarse todo lo que saben, ven a sus referentes desde otro lugar, se preguntan cuál es su sitio en el mundo, qué es lo que verdaderamente quieren. Es una etapa en la que el acompañamiento emocional es clave y nos parece una oportunidad única para estar a su lado, para sostenerles cuando lo necesiten, y para ser un aliado para atravesar este momento de tantos interrogantes.
El cerebro de los adolescentes, entre los 12 y los 16 años, está en una fase de desarrollo muy activa. En esta etapa, hay varios procesos clave que ocurren en el cerebro. El primero y más importante es su crecimiento, la reorganización y la poda neuronal, aumento de la actividad en el sistema límbico y desarrollo de la memoria y aprendizaje de sistemas complejos. Vuelve a ser una etapa de plasticidad y de gran capacidad para la integración idiomática. El cerebro de los adolescentes está en un proceso de maduración, reorganización y especialización, lo que les permite aprender, adaptarse y enfrentar nuevas experiencias, pero también hace que sean más propensos a tomar riesgos o experimentar altibajos emocionales.
En esta etapa es muy importante integrar de manera definitiva la AUTONOMÍA y la RESPONSABILIDAD. El mundo adulto asoma y ya sentimos el impulso de ponernos a prueba para ver si seremos capaces de confluir con el sistema. Por ello se nos plantean retos y exámenes voluntarios a los que acudimos para plasmar todos nuestros conocimientos y tomar conciencia de si nos hace falta reforzar alguna área, conocer aquello que dominamos y lo que nos cuesta.
Con el fin de respetar los ritmos de cada niño y enfocados en el AVANCE del grupo en sus procesos de adquisición, creamos GRUPOS DE APRENDIZAJE en todos los niveles educativos. No importa que las edades sean heterogéneas, de hecho, ahí radica, a nuestro modo de ver, la verdadera riqueza del aprendizaje, el respeto por la diversidad y la cohesión que nos distingue como escuela.
Igual que en las etapas de infantil y primaria, sigue existiendo como órgano de cohesión, de toma de temperatura del grupo. Sigue siendo un espacio de toma de decisiones, de resolución de conflictos y, en definitiva, un espacio para compartir emociones. No obstante, ya no tienen lugar de forma diaria, pues nuestros quehaceres en esta etapa son más abundantes, y más exigentes, y ya tenemos la capacidad de autorregularnos sin necesidad de usar este espacio con tanta asiduidad.
Los ambientes desaparecen para convertirse en TI (espacio de trabajo independiente). Son conducidos por un acompañante especialista en un área. Los niños y niñas que acudan a este TI por ejemplo de química, o de matemáticas trabajarán de forma autónoma esa materia pudiendo resolver dudas con el acompañante en cuestión y finalizar tareas y proyectos pendientes.
Las asignaturas de esta etapa son: Biología y Geología, Educación física, Filosofía, Física y Química, Geografía e Historia, Lengua inglesa, Lengua castellana, Lengua catalana, Matemáticas, Música, Plástica. Algunas optativas: Lengua alemana, Lengua italiana, Recursos digitales, Tecnología.
Los TD, por otra parte, siguen siendo los talleres que ya conocen de sus etapas anteriores en la escuela. Es una propuesta educativa dirigida. Se centra en una actividad concreta pensada para trabajar un contenido curricular en particular y para realizar un tipo de aprendizaje donde todo el grupo va a trabajar de manera unida, lúdica y manipulativa. Abarcan todas las materias curriculares (ciencias, matemáticas, lengua, historia, desarrollo físico, etc.) y se complementan con otros contenidos de tipo más heterogéneo que tocan otras áreas del aprendizaje de una forma enriquecedora siempre centrada en avivar la curiosidad y la sed de aprender que los niños y niñas llevan de serie por su condición.
En esta etapa son: arte, arte textil, aikido, yoga, teatro, touch rugby, bushcraft, cocina y civilizaciones, maquetismo, acompañamiento emocional, afectivo-sexual, bricolaje, preparación examen oficial inglés (cambridge) y Jo vull ser (taller de orientación profesional en el que se visitan oficios pudiendo entrevistar a los profesionales que los desempeñan).
La libre elección de talleres favorece la CAPACIDAD DE DECISIÓN del niño o niña, su AUTONOMÍA a la hora de generarse su propio horario, el COMPROMISO de asistir y responsabilizarse de la plaza que le ha sido asignada, así como la posibilidad de ir visibilizando sus gustos personales y sus talentos al ofrecerles la posibilidad de ir más allá de los contenidos curriculares para explorar otros campos que, de no ser por estos talleres, no conocerían hasta su llegada al mundo adulto.
En secundaria seguimos apostando por los proyectos como herramienta de trabajo indispensable. Son propuestas que nacen del interés de los alumnos y alumnas. Una vez que ellos eligen el tema, se desarrollan en tres etapas; una fase previa de investigación, una de desarrollo y elaboración y una fase final de presentación frente al grupo. La exposición intenta rehuir los mecanismos típicos de presentación para hacer hincapié en formas expositivas más creativas que pueden traducirse, por ejemplo, en un taller dinámico que involucre a todos sus compañeros o un material que se quedará en el ambiente para el trabajo futuro de otros niños y niñas, entre otros. Los proyectos están pensados para favorecer la INVESTIGACIÓN a través del interés propio, la capacidad de estructurar y sintetizar contenidos, la CREATIVIDAD a la hora de exponerlos de manera INNOVADORA y ESTIMULANTE para el equipo y la capacidad de extraer CONCLUSIONES del proyecto realizado.
Realizamos una evaluación continua del desarrollo de cada niño o niña. Nuestro principal instrumento de registro es la PLATAFORMA. Se trata de una herramienta ideada por nosotros mismos para plasmar la individualidad de cada alumno en su dimensión social, emocional y cognitiva, así como la adquisición de los contenidos curriculares a su paso por talleres, proyectos y ambientes.
Toda la información está estructurada en ítems y queda registrada y almacenada en la plataforma, lo que nos permite en todo momento saber dónde está cada niño en su proceso de aprendizaje y desarrollo. Además, proporciona unas gráficas de porcentajes de adquisición del aprendizaje de cada materia. Obtener esta información tan detallada nos sirve para evaluar tanto de forma individual al alumno, como al grupo/clase, al ciclo y al centro educativo.
En Arimunani los niños y niñas SON LOS PROTAGONISTAS DE SU PROPIO APRENDIZAJE. Cuando los alumnos están preparados se les propone pasar por un RETO. Un reto es una actividad pensada para poder aplicar un determinado aprendizaje y ver si lo hemos integrado. En secundaria estos retos pasan a llamarse EXÁMENES, pero su evaluación no es numérica sino cualitativa. En bachillerato estos exámenes ya no se diferencian con los de el resto de centros educativos o institutos y están pensados para confluir con la educación tradicional a la hora de seguir estudiando cuando abandonemos Arimunani.