Parar y preguntarnos de verdad para qué queremos abrir una escuela. Hasta dónde podemos llegar con algo tan valioso como lo que tenemos entre manos; la educación de un niño o una niña.
Creemos de manera firme que el cambio que la sociedad necesita hacia la empatía, la ecología, el liderazgo y la convivencia nace de la Educación en el sentido más amplio.
Aspiramos a que nuestros niños, niñas y adolescentes estén preparados para la vida, y no sólo porque han comprendido e integrado todos los conceptos curriculares con los que hemos trabajado todos estos años, sino porque cuentan con las herramientas necesarias para ser creativos, analíticos, empáticos, libres, resolutivos, eficaces y capaces de gestionar sus emociones.
Trabajamos para que sean personas seguras, con conciencia ambiental, con capacidad de expresarse, de elegir, de enfocarse hacia aquello que desean. Ellos y ellas serán las personas que la gente querrá tener cerca personal y profesionalmente y, lo más importante, trabajaremos para contribuir a que se conozcan a sí mismos, con sus talentos y limitaciones, que sepan lo que quieren, lo que les gusta.